La atención está relacionada con la capacidad del niño de aprender y recordar. Para poder recordar algo primero el niño tiene que aprender acerca de eso, y para poder aprender acerca del mundo, el niño tiene que detenerse y prestar atención.
El desarrollo de la capacidad del niño para prestar atención es muy importante para que en el futuro tenga éxito en lo que se proponga, esta capacidad, va avanzando conforme crecen, por lo que de acuerdo a su edad, serán capaces de mantener la atención durante más tiempo seguido.
Por otro lado, la infancia es una época de aprendizaje constante y los juegos son una herramienta perfecta para trabajar la atención en niños, por este motivo te compartimos algunas pautas que pueden favorecer la atención y concentración.
- Escuchar música: sobre todo instrumental, hace que se activen las áreas del cerebro encargadas de la comprensión, concentración, atención, creatividad, pensamiento espontáneo, control cognitivo, etc.
- Técnicas de estimulación sensorial: fomentar el desarrollo de las capacidades sensoriales ayudan a relajarse y a prestar atención a lo que vemos y sentimos. Para ello se pueden poner luces de colores en la habitación con efectos de movimiento, proyectores, o tener objetos de diferentes texturas, diferentes sonidos, y utilizar elementos de diferentes aromas.
- Sentidos: animar al niño a que active sus sentidos (como Spiderman) para controlar el mundo que le rodea. Deberá prestar atención a lo que oye, ve, saborea, huele y toca. Se puede hacer de manera conjunta con todos los sentidos a la vez, o prestando atención a cada sentido por separado.
- Técnicas de relajación: Los ejercicios de respiración también favorecen la concentración y mantienen al cuerpo en un estado relajado evitando que el estrés o la ansiedad interfieran en la capacidad de concentración.
- Posturas corporales: imitando a un superhéroe, donde se sitúan cómodamente con los pies más anchos que las caderas, los puños apretados y los brazos extendidos o en las caderas y estirando el cuerpo lo más posible, sintiendo la fuerza y cómo se estira cada parte del cuerpo.
- Safari o caminata de atención plena: pasear con el niño y poner la meta de anotar la mayor cantidad de animales que pueda ver (pájaros, insectos, o cualquier cosa que ande, nade o vuele) para que enfoquen todos sus sentidos en encontrarlos. Pueden jugar con casas de color rojo, carros azules, edificios altos, etc.
- Puzzles: exigen gran concentración al tener que mirar las piezas. Debes buscar aquellos que tengan un número de piezas acorde a la edad del niño.
- Copiar dibujos: calcarlos o copiarlos en un papel hace que se fijen en los detalles que deben copiar. También dibujar algún objeto real que actúe de modelo le ayudará a fijar la atención, como su mascota, su casa, el auto familiar, etc.
- Dibujos con números: le obligan a buscar los números siguientes para unir las líneas y colorearlos después según los colores indicados.
- Juegos de pareja o memory: Se ponen las cartas boca abajo en la mesa y deben encontrar la pareja levantando solo dos cartas en su turno. Deberá recordar las cartas que se van levantando y dónde está cada una para encontrar las parejas.
- Encontrar las diferencias: los juegos de buscar las diferencias entre dos dibujos le ayudará a ejercitar la atención sostenida.
- Aprender letra de canciones y bailes: les ayudará a prestar atención para compaginar el movimiento con el sonido de manera rítmica.
- Sopa de letras, crucigramas y sudokus: también ayudan a mejorar la atención.
- Laberintos: son divertidos y necesitan de atención e inteligencia espacial.
- Mandalas: Colorear cualquier dibujo y en especial los mandalas ayudan a la concentración y relajación.
- Juegos tradicionales de mesa: el parchís, la oca, las cartas, el ajedrez, etc. Son juegos que le ayudan a concentrarse durante largos periodos y buscar estrategias para ganar.
- Juegos de construcción: además de ayudar en la concentración, favorecen el desarrollo motriz y la coordinación ojo-mano.
- Hacer manualidades: origamis (figuras de papel), figuras de plastilina, arena sensorial, etc.
Trabajar la atención de los más pequeños es más sencillo a través de los juegos y los ejercicios. Favorece sus inquietudes, su curiosidad y, en definitiva, sus ganas de aprender. Las actividades que se realicen no deben verse nunca como tareas o deberes, ya que un deber es siempre mucho menos estimulante que un reto o un juego.